Preparativos
Haciendo el mosto
Vas a hacer el "té" más grande de tu vida. Poné en la olla el filtro (o sea la tela) y adentro de ella toda la malta molida (la del kit). Agregá 30 litros (más o menos) del agua desclorada y prendé el fuego. Llevá la temperatura a 65 grados y mantenela ahí por una hora. Si tiene menos de 60 grados o más de 70 la cagaste. Chequeá con el termómetro que estés siempre en el rango de temperaturas correcto. A este proceso se le llama "conversión de azúcares". ¿Ya pasó una hora? Apagá el fuego y, usando la canilla del fondo de la olla, pasá la infusión que te queda a otra olla. Esa infusión se llama "mosto".
Hay 2 cosas que podés hacer en este paso para obtener más cerveza. Una opción es recircular el mosto poniéndolo de nuevo en la olla que tiene la malta, extrayendo un líquido más denso. La otra, es agregar agua (acordate que esté desclorada). El objetivo es tener el mayor volumen de mosto posible cuya densidad sea de 1040 g/l (tenés el densímetro ahí, ¿no?). En la olla original van a quedar todos los restos de la malta, frenados por el filtro. Tiralos o usalos de abono.
Hervor
Ahora hay que hervir el mosto durante 1 hora. En cuanto rompa en hervor ponele la mitad del lúpulo. Y, 15 minutos antes, empezá a prepararte, porque viene la parte difícil de hacer cerveza.
15 minutos antes de que termine de hervir activá la levadura poniéndola en un jarrito con un poco de agua desclorada tibia (con temperatura de entre 25 y 30 grados). Después de hacer eso, hay que esterilizar cosas. Usando el alcohol, esterilizá el fermentador, las mangueras y el enfriador. Todo lo que toque el mosto después de hervirlo tiene que estar esterilizado.
5 minutos antes de terminar el hervor, agregale lo que queda del lúpulo y el clarificante (nunca me acuerdo si acá va el whirlfloc o el isinglass :S).
Esto es lo más complicado
Apagá el fuego y hacé el whirlpool (o sea, hacé un remolino en la olla para que los restos que hay adentro queden en el medio). Enchufá el enfriador a las mangueras. Una va a a una canilla de agua fría y la otra al desagote. Meté el enfriador esterilizado adentro del mosto. Tapá la olla. Abrí la canilla para que el enfriador empiece a andar. Este es el momento más jodido cuando hacés cerveza. Si se contamina la cagaste.
Enfriá el mosto a temperatura ambiente y trasvasalo al fermentador. Cuando hayas terminado, tirale la levadura que activaste previamente y cerrá el fermentador, armando la trampa de aire (podés comprar una o improvisar una con una manguera y una botella de gaseosas). Dejá la cerveza en un lugar que tenga poca variación de temperatura. Si hacés Ale, tiene que estar alrededor de los 20 grados (aproximadamente).
Felicitaciones, en este paso ya tenés cerveza. Pero todavía falta para tomarla, la próxima te cuento como sigue.
Happy hacking,
Aureliano.